¿Estás haciendo dieta y ejercicio y aún así no pierdes peso? Continúa leyendo, porque hoy conocerás las 5 razones que te impiden alcanzar tu meta.
1. Cambios hormonales:
Las hormonas ayudan a tu organismo a regular sus funciones y un cambio en el balance endocrino siempre tiene consecuencias. Entre los cambios más comunes, podemos encontrar:
Menopausia: La menopausia, que generalmente ocurre entre los 45 y los 55 años, provoca una serie de cambios hormonales que pueden afectar el peso. La disminución de los niveles de estrógeno puede conducir a una redistribución de la grasa corporal, almacenándose más grasa alrededor del abdomen.
Ciclo menstrual: Algunas mujeres experimentan fluctuaciones de peso durante su ciclo menstrual, ganando hasta 2 libras (0,9 kg) antes y durante su período.
Otras condiciones hormonales: Los desequilibrios hormonales, como el síndrome de ovario poliquístico (SOP), también pueden contribuir al aumento de peso.
2. Condiciones médicas:
Existen diversas enfermedades que pueden influir en cómo nuestro cuerpo reserva grasa, desarrolla procesos inflamatorios o retiene líquido, que son 2 consecuencias muy comunes que normalmente no se tienen en cuenta. Entre estas enfermedades podemos mencionar:
Hipotiroidismo: Una glándula tiroides poco activa puede ralentizar el metabolismo y provocar aumento de peso.
Síndrome de Cushing: Esta condición causa la producción excesiva de cortisol, una hormona que puede conducir al aumento de peso, especialmente alrededor del abdomen.
Apnea del sueño: Este trastorno respiratorio se caracteriza por pausas en la respiración durante el sueño. Puede provocar fatiga diurna, lo que puede conducir a una disminución de la actividad y al aumento de peso.
3. Medicamentos:
Sin lugar a dudas, los medicamentos pueden tener un efecto "engordante", sobre todo cuando estimulan el aumentan del apetito, entre ellos podemos mencionar:
Algunos medicamentos, como los antidepresivos, los esteroides y los betabloqueantes, pueden causar aumento de peso como efecto secundario. Si consumes alguno de estos, habla con tu médico para buscar alternativas que no provoquen estas reacciones.
4. Dieta:
Sí, la dieta es una de las principales razones por las que no puedes perder peso y muchas veces sucede por tener una mala planificación o no conocer tus necesidades específicas.
Consumo calórico subestimado: Es posible que subestimes la cantidad de calorías que consumes, lo que lleva a un consumo excesivo y a un aumento de peso.
Elecciones de alimentos: Elegir alimentos procesados, azucarados o con alto contenido de grasa puede sabotear tus esfuerzos para perder peso, incluso si controlas la cantidad de calorías.
Falta de proteínas y fibra: Una dieta baja en proteínas y fibra puede provocar saciedad y aumento de la ingesta de alimentos.
5. Ejercicio:
Es innegable el beneficio del ejercicio para la salud, sin embargo, una mala elección en la frecuencia o la intensidad del ejercicio puede ser la clave que te permita alcanzar tus metas. Entre los errores más comunes a al hora del ejercicio, podemos contar:
Tipo de ejercicio: El ejercicio cardiovascular es importante para quemar calorías, pero también se debe incorporar entrenamiento de fuerza para desarrollar músculo. La masa muscular ayuda a aumentar el metabolismo y quemar más calorías, incluso en reposo.
Cantidad de ejercicio: Es posible que no estés realizando suficiente ejercicio para compensar tu ingesta calórica o tu sedentarismo cuando no estás haciendo ejercicio.
Para terminar, me gustaría mencionarte la importancia que tiene la salud psicoemocional en este y todos los procesos de la vida. Si te superan las preocupaciones, si duermes mal, si no tienes disciplina o te cuesta mantener un plan a largo plazo, imponerte más dieta y ejercicio no te ayudará.
Es hora de entender que la pérdida de peso está profundamente ligado a tu estado emocional. Aprender a gerenciar emociones es la única clave que te permitirá tener control total de tus acciones y eso hace la diferencia.
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