El caldo de huesos es una infusión hecha a base de huesos de animales sanos. Es un tónico muy poderoso y sencillo de preparar, que además de su gran sabor, tiene varios beneficios para la salud.
Puedes consumirlo como un aperitivo antes de las comidas, como una comida principal o como un snack. Sin lugar a dudas una forma muy económica y fácil de agregar nutrientes de alta calidad biológica a tu menú semanal.
Entre sus beneficios más destacados podemos mencionar:
– Mejora la digestión: por su alto contenido en gelatina y colágeno ayuda con los jugos gástricos y repara las paredes del intestino.
– Es excelente para el sistema inmunológico: en tiempos de enfermedad y en los malestares estomacales, ayuda a hidratar al enfermo dando minerales importantes para restablecer el sistema inmunológico.
– Algunos dermatólogos lo recomiendan para el tratamiento natural contra la celulitis: por su alto contenido en colágeno, mejora el tejido adiposo.
– Ayuda a la salud bucal: los dientes necesitan de minerales como el calcio y magnesio (encontrados en el caldo de huesos) para mantenerse fuertes y sanos.
– Ayuda a la salud ósea: ya que es rico en glucosamina y condroitina. Muchas personas pagan mucho dinero por estos suplementos, buscando mejorar o prevenir síntomas de artritis y dolores en las articulaciones.
– Mejora el crecimiento capilar, y fortalece las uñas: por su gran contenido de colágeno y gelatina y minerales.
– Contiene aminoácidos importantes como la prolina y la glicina, que también están presente en la carne de alta calidad, aunque están más concentradas en el caldo de huesos y son mejores absorbidas por el cuerpo a través del mismo.
A su vez, la glicina ayuda a regular los niveles de azúcar en la sangre, controlando la gluconeogénesis (el proceso de manufacturar la glucosa a partir de las proteínas en el hígado). La glicina también estimula la reparación y el crecimiento de los músculos, aumentando los niveles de creatina y regulando la secreción de la hormona de crecimiento humano desde la glándula pituitaria.
Este aminoácido maravilloso también es critico para un buen funcionamiento del sistema nervioso, ya que es convertida en el neurotransmisor serina, que promueve alerta mental, mejora la memoria, aumenta el estado de animo, y reduce estrés.
La prolina permite que las paredes de vasos sanguíneos liberen la acumulación de colesterol en el corriente sanguíneo, disminuyendo el tamaño de los bloqueos potenciales en tu corazón y en los vasos sanguíneos que lo rodean.
QUE TIPO DE HUESOS UTILIZAR
En todo momento he estado hablando del caldo de huesos casero, que no es lo mismo que el producto vendido en los supermercados. En muchos casos, estos caldos de huesos comercializados contienen cantidades excesivas de sal y otros químicos poco beneficiosos para tu cuerpo.
Cuando tengas que seleccionar los huesos para tu caldo busca siempre la mayor calidad, ya que estarás extrayendo sus minerales y bebiendo una concentración de los mismos. Huesos de ganado alimentado con pasto, aves criadas en libertad, y pescados salvajes están siempre en los primeros lugares en lo referente a calidad.
Cada vez que te sobren huesos de carne, ave o pescado de tus comidas, congélalos hasta que tengas suficiente para tu caldo de huesos.
COMO HACER CALDO DE HUESOS CASERO
Notas antes de empezar:
– Los tiempos de cocción recomendados son:
10 a 12 horas para huesos de carne vacuna
8 a 10 horas para huesos de ave
6 a 8 horas para huesos de pescado.
– Si estas utilizando una olla/cazuela/traste grande y no quieres dejar el fuego prendido por tanto tiempo, yo aconsejaría cocinar el caldo como mínimo 8 horas.
– Para los que tienen la olla de cocimiento lento (Crock-Pot), cocinar los tiempos recomendados.
– Puedes refrigerar el caldo de huesos por hasta 5 a 6 seis días. Un buen caldo de huesos se gelatiniza uno o dos días después de estar en la refrigeradora.
– Si has preparado grandes cantidades, puedes congelarlo sin problema en recipientes de vidrio/cristal o moldes de silicona o cubitos de hielo. Si estás usando vidrio/cristal, es importante dejar 2 a 3 centimetros en la parte de arriba del recipiente de vidrio para evitar que éste se rompa cuando el liquido se expanda. Cuando lo quieras usar, caliéntalo en un recipiente pero nunca nunca en el microondas ya que puede destruir los aminoácidos.
– Si tu caldo de huesos no se gelatiniza: (Antes que nada, no te preocupes si esto pasa, el caldo de huesos mantiene sus propiedades incluso si no se ha vuelto gelatina.)
Es posible que lo hayas cocinado a una temperatura muy alta. Es importante tratar de mantener la temperatura al mínimo durante esas largas horas de cocción.
Es posible que hayas utilizado demasiada agua y pocos huesos. Intenta agregar una patita de cerdo o simplemente mas huesos y menos agua la próxima vez.
En algunos casos, el caldo no se gelatiniza porque no se ha cocinado lo suficiente, esto generalmente pasa cuando estamos cocinando en una olla/cazuela/traste.
– Siempre utiliza vinagre, ya que ayuda a extraer la mayor cantidad de minerales de los huesos. Mi recomendación es de utilizar el vinagre de sidra de manzana, pero conozco gente que lo prepara con vinagre de vino rojo.
– Una capa de grasa se formará encima del caldo de huesos frío, luego de haber reposado en la refrigeradora. Yo recomendaría deshacerse de esta grasa.
Si es tu primera vez preparando caldo de huesos, te recomiendo empezar con huesos de pollo, su sabor es más suave que un caldo preparado con huesos de vacuno.
RECETA:
MATERIALES:
una olla de cocimiento lento (crock pot) o una olla grande
un colador
paciencia
INGREDIENTES
1 ½ kilo (o más) de huesos de animal alimentado con pasto
1 cebolla mediana, cortada
6 dientes de ajo, picados
2 hojas de laurel
2 cucharadas de vinagre de sidra de manzana
agua filtrada
1 cucharadita de sal céltica o del Himalaya
Opcional: Perejil fresco, pimienta, zanahorias picadas
INSTRUCCIONES
Si los huesos son crudos y no han sido cocinados previamente, es preferible dorarlos por unos 30 minutos a 180 grados en el horno antes de colocarlos en la olla. Si los huesos provienen de un pollo o pescado que ya ha sido cocinado, este paso puede ser evitado.
Colocar los huesos en la olla, el agua filtrada dejando unos 4 a 5 cm hasta la parte superior de la olla, y el vinagre.
Dejar que repose (sin encender el fuego) por unos 20 a 30 minutos ya que el acido del vinagre ayuda a que los nutrientes de los huesos se vuelvan mas disponibles.
Colocar las cebollas, los ajos, sal, y las hojas de laurel en la olla.
Encender la olla de cocimiento lento en HIGH y cocinar por 1-2 horas. Luego, bajar la temperatura de la olla a LOW y cocinar siguiendo los tiempos recomendados (ver notas).
Si estás utilizando una olla normal, poner la preparación a hervir. A penas haya alcanzado el hervor, reduce el calor al mínimo. Cocinar a esta temperatura hasta que esté listo (ver notas).
Durante las primeras dos horas, es importante revisar el caldo y posiblemente remover la espumilla que se habrá formado. (Generalmente animales alimentados con pasto producen muy poca o nada de espuma)
En los últimos 30 minutos de cocción se podrían agregar hierbas frescas como perejil, para dar mas sabor al caldo.
Remover del fuego y dejar que se enfríe. Con un colador, remover los huesos y vegetales.
Refrigerar o congelar siguiendo las recomendaciones dadas previamente (ver notas).
Una opción muy económica para aprovechar todos los nutrientes de la naturaleza, sin lugar a dudas, una opción saludable para todo el mundo. Si te gustó la receta compártela con tus seres queridos y ayúdanos a seguir creciendo. ❤️
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